Un calvario fue el que vivió la familia Deanda Santacruz, pues Karen Noemí, de 21 años de edad y madre de dos niños había desaparecido desde el pasado 26 de octubre, en el Fraccionamiento de Lomas del Mirador, en el municipio de Tlajomulco.
Fue el pasado viernes 22 de noviembre cuando sus propios hermanos dieron con su paradero en la etapa 6 del mismo fraccionamiento, en donde la habían visto por última vez. “Nos fuimos con la bendición de Dios a buscarla allá a Tlajomulco y llegamos como a un barrio chino, así todo ‘teporocho’, preguntando en todas las tiendas, me bajaba a preguntar con las fotos, ‘¿no han visto a mi hermana?, lleva 15 días desaparecida’. En unas tiendas decían que sí y en otras que no”, señala uno de sus hermanos. El hermano de Karen relata que la búsqueda se prolongó por más de una hora, hasta que dieron con un grupo de jóvenes que dijeron conocer y saber en dónde tenían a su hermana.
“Me regreso y le digo al muchacho ‘es mi hermana, la estamos buscando, ya tiene 15 días desaparecida, estamos desesperados, desamparados y estamos frustrados’ y entonces dijeron ‘es la que dejó a sus hijos ahí’, entonces nos dijo ‘¿quieres que te llevemos a dónde está?’ y le dije ‘sí, sí, claro que sí’. Se subieron a su vehículo y los seguimos”, relata.
“Yo iba con la bendición de Dios y me subí y sin preguntar nada me pase y sí era ella ahí… La casa estaba en buen estado, había una guitarra y en un plato había una pipa para droga, y ella estaba muy asustada, no sé qué haya pensado, y ya me vio y le dije ‘vámonos’ y me decía ‘deja agarro mis cosas’ y le dije ‘no, allá te compro más’ y ya entró mi hermano y le dijo ‘vámonos’, y nos fuimos y así fue como dimos con ella, gracias a los jóvenes que se encontraban bebiendo bebidas alcohólicas en esa tienda”. Esa noche del viernes 22 de noviembre fue la más angustiante y larga para la madre de Karen Noemi, pues el tener a su hija desaparecida y saber que sus dos hijos mayores se dirigían a buscar a su hermana sin darle más detalles fue realmente frustrante. “Pasa más de una hora y no me hablaban y no me hablaban, recibo un mensaje y una foto de mi hija en donde dice mi hijo ‘ya encontramos a tu hija, tranquilízate’, entonces les empiezo a mandar mensajes: ‘dónde están, dime en dónde están’, y me manda un audio y me dice ‘por favor, no me marques hasta que yo me pueda comunicar contigo’, entonces ya no le mandé audio porque me asusté y dije ‘qué está pasando’, y dije ‘ahora sí, mi hija ya y mis dos hijos también'”, cuenta la mujer.
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Fuente: Milenio